El cerebro humano es el órgano más complejo del cuerpo. Esta masa se encuentra en el centro de toda actividad humana, el cerebro regula las funciones básicas de su cuerpo; le permite interpretar y responder a todo lo que experimenta y moldea sus pensamientos, emociones y comportamientos. Las drogas inciden de manera directa sobre él e interfieren en su funcionamiento.
Hace décadas se pensaba que las personas adictas a las drogas carecían de moral y de fuerza de voluntad. Estos puntos de vista moldearon las respuestas de la sociedad ante el abuso de drogas, tratándolo más como un fracaso moral que como un problema de salud, lo que llevó a poner énfasis en el castigo y no en la prevención y el tratamiento.
En la actualidad como resultado de la investigación científica, sabemos que la adicción es una enfermedad que afecta el cerebro y la conducta; puesto que las drogas modifican la química y la estructura de este órgano así como también se han identificados los factores que las provocan y las consecuencias físicas y sociales. En ese contexto las adicciones pueden ser tratables y prevenibles.
Las adicciones se caracterizan por el uso y abuso de ciertas sustancias, entre las drogas mas comunes se encuentran:
· Nicotina
· Inhalables (pinturas, pegamento)
· Alcohol
· Marihuana
· Cocaína
Las drogas son sustancias químicas que afectan el cerebro al penetrar en su sistema de comunicación e interferir con la manera en que las neuronas normalmente envían, reciben y procesan la información.
Aunque estas drogas imitan a las sustancias químicas propias del cerebro, no activan las neuronas de la misma manera que lo hace un neurotransmisor natural, y conducen a mensajes anómalos que se transmiten a través de la red.
Cuando se abusa de las drogas se alteran ciertas estructuras del cerebro como el tallo cerebral, la corteza cerebral así como el sistema límbico; estas actúan obstaculizando el sistema de comunicación del cerebro así como en el intercambio de información neuronal.
Drogas como la marihuana y la heroína, pueden activar las neuronas porque poseen una estructura química similar a la de un neurotransmisor natural esta similitud en la estructura “engaña” a los receptores y permite que las drogas se adhieran a las neuronas y las activen; por otro lado las anfetaminas y la cocaína hacen que se produzca cantidades inusualmente grandes de neurotransmisores naturales o pueden prevenir el reciclaje normal de estas sustancias químicas del cerebro. Esta alteración produce un mensaje amplificado en gran medida, que en última instancia interrumpe los canales de comunicación.
El principal neurotransmisor afectado es la dopamina la cual se en carga de las sensaciones de placer.
Cuando se activa a niveles normales, este sistema recompensa nuestros comportamientos naturales. Sin embargo, la sobrestimulación del sistema con drogas produce efectos de euforia, que refuerzan fuertemente el consumo y le enseñan al usuario a repetirlo.
Con el uso de las drogas el cerebro pierde la capacidad de sentir placer naturalmente por que se acostumbra a las grandes cantidades de dopamina, por lo que al faltar se produce en el individuo estados de apatía y depresión.
Lo que provoca que el individuo requiera de mayores cantidades de droga para así obtener el mismo efecto creando una dependencia, la suspensión de la droga se provoca el síndrome de abstinencia que puede llegar a causar la muerte del adicto.
Para desarrollar la adicción no importa de la droga que se trate sino depende del grado de adicción que provoque así como de su disponibilidad y que tan aceptada sea socialmente
¿Pero que es lo que hace que los individuos consuman este tipo de sustancias?
El consumo de drogas dependerá de factores biológicos y ambientales, si una persona esta predispuesta genéticamente al comportamiento adictivo pero en su entorno no se consumen drogas será improbable que el individuo desarrolle la adicción.
Las personas que tiene mayor riesgo a desarrollar un comportamiento adictivo son aquellas que son proclives a ciertas conductas de riesgo como:
· Conducta agresiva temprana
· Habilidades sociales deficientes
· Ausencia de supervisión paterna
· Compañeros / amigos que abusan de sustancias
· Disponibilidad de la droga
· Pobreza
Estos factores suelen afectar en mayor medida a los adolescentes ya que al estar en desarrollo suelen tomar decisiones basadas en las emociones y no en el juicio, por lo que es más probable que abusen de sustancias.
Consecuencias del uso de Drogas
El uso y abuso de las drogas tiene graves consecuencias para la salud, física, mental y social; al consumir este tipo de sustancias el drogadicto no solo se ocasiona daño a si mismo si no también a otras personas y familiares.
Así mismo dependiendo de la sustancia y del tiempo se que se haya empleado los efectos sobre la salud pueden ser:
· Nicotina: Cáncer, enfisema, trastornos branquiales y problemas cardiovasculares
· Inhalables (pinturas, pegamento): Dañan corazón, riñones, pulmones y cerebro
· Alcohol: Daña la corteza cerebral (funciones ejecutivas), hipocampo (memoria y aprendizaje) y cerebelo (coordinación)
· Marihuana: Daña la memoria y el aprendizaje de corto plazo, la capacidad de concentración y la coordinación, aumenta el ritmo cardiaco, perjudica los pulmones y aumenta el riesgo de desarrollar psicosis en personas vulnerables.
· Cocaína: Daño al corazón y sistemas nervioso, respiratorio y digestivo.
Prevención
Para evitar el tratamiento por uso de drogas los expertos proponen la prevención universal y así evitar todo lo que es dañino y enaltecer lo que se sabe es positivo.
Un ambiente saludable reduce en gran medida el riesgo en el abuso de sustancias, por lo que la política pública de todas las naciones debe enfocarse en promover este tipo de ambiente, así como proteger a los adolescentes.
Conclusión
Los cambios bioquímicos que suceden en el cerebro del adicto y que son provocados por el uso de sustancias son los responsables de la compulsión observada en los episodios de uso descontrolado, así como de muchas de las perturbaciones cognitivas propias de la adicción.
Las últimas investigaciones implican a diversos neurotransmisores, así como a vías o sistemas cerebrales, tales como el sistema de recompensa límbico, como factores en el desarrollo de la sintomatología adictiva.
La exposición crónica a las drogas adictivas altera la forma en que las estructuras cerebrales críticas interactúan para controlar e inhibir las conductas relacionadas con el consumo de drogas. El abuso continuo puede llevar a un consumidor a la tolerancia o la necesidad de dosis más altas de drogas para producir un efecto.
La adicción a las drogas merma el autocontrol y la capacidad de una persona de tomar decisiones acertadas, a la vez que produce impulsos intensos de consumir drogas.
Por eso hablamos de una prevención dirigida a niños y adolescentes, en la que el papel de la familia y de la sociedad es fundamental: porque son los espacios en los que prioritariamente se educa, se ayuda a crecer y a construir personalidades más seguras, más libres y más responsables.
Prevenir implica actuar para disminuir el número de personas que tienen problemas con las drogas. Pero no hay que esperar a la adolescencia para empezar a prevenir. Lo más importante es tener un conocimiento real de lo que son las drogas, estar convencido de sus consecuencias negativas y acompañarlo del ejemplo personal.